Seguramente tu mente está significando lo sucedido más trágico de lo que realmente es. No está pasando nada, todo es parte de tu imaginación. Aun asÃ, te duele y molesta hasta lo más profundo. Sientes un escalofrÃo por todo tu cuerpo, una sensación de vacÃo que te mantiene el pecho apretado y un silencio constante lleno pensamientos pesimistas sobre ti, sobre lo que crees que sucedido pero sobre todo, por lo que te imaginas que otra persona interpretó.
PodrÃa sonar absurdo, pero la realidad es que todos en gran medida sufrimos más por lo que suponemos ante lo que realmente es. Tenemos una constante necesidad de ser aceptados, sin embargo no nos comprometemos en aceptarnos nosotros mismos tal y cual somos con nuestras inseguridades, defectos y miedos. Y la realidad es que la inseguridad te consume, te impide alcanzar lo que deseas y te aleja de un sin número de posibilidades.
Pero somos humanos, seres extremadamente complejos que teniéndolo todo podemos sentirnos vacÃos, incompletos, insatisfechos… Irónicamente, somos nuestro peor enemigo creadores de barreras mentales que nos mantienen alejado de la realidad. La realidad es que eres grande incluso en esos dÃas que te sientes hecho pedazos. Vales la pena aun en esas veces que no has mostrado la mejor versión de ti y eres capaz de alcanzar aún más de lo que tu mente te permite imaginar.
La vida siempre te dará lo que necesitas. Fluye con cada vivencia u oportunidad teniendo siempre en mente hacia donde vas, qué es lo que mereces y qué es lo que deseas obtener. No eres más que nadie, pero sobre todo nadie vale más que tú. Estamos donde tenemos que estar, pero sobre todo seremos lo que nos permitamos ser.