Porque a veces pasa que nos pasa todo, pero a la vez no nos llena nada. Que no logras conseguir la tranquilidad que deseas. Que teniéndolo todo no te sientes conforme. Que parece inalcanzable la felicidad. Que tus logros no te son suficientes. Que tu vida te parece insignificante. Que te sientes sólo aún estando acompañando. Viviendo una pesadilla sin estar acostado. Y te preguntas… ¿por qué muchas veces no has tenido el valor de luchar por ti, por tu felicidad, por tu paz mental? Sólo quisieras escapar y comenzar de cero en un lugar desconocido sin opción a regresar. Te extrañas cuando te sentías feliz y a la vez deseas acelerar el tiempo para escapar de la realidad.
Sólo quieres que pasen los días, pero lo que se te pasa es la vida. Lo más triste es que se nos va la vida queriendo otra vida. Pues la vida no es perfecta y la tristeza es real. Tu dolor es tu dolor y debes permitirte sentirlo cuando es necesario, pero no te acostumbres a ese sentimiento de vacío y mucho menos a permanecer en lugares o con personas que te quitan alegría. Al fin y al cabo, todo pasa y esto también pasará. No te dejes para después y fluye con tus verdaderos deseos. No te conformes con quedarte en lugares donde sientes que se marchita tu vida. Tampoco pongas tu felicidad y tranquilidad en las manos de alguien más. No continúes esperando por esa persona que cambiará tu vida, pues esa persona eres tú. Tienes el poder de cambiar tu situación, aunque tampoco te niego que es necesario llenarse de coraje para luchar por uno y dejar el orgullo cuando necesitamos ayuda. No dejes que nada ni nadie límite tus sueños. Si no recibes el apoyo de los demás para alcanzar tus metas hazlo solo, no le tienes que demostrar a nadie hasta dónde eres capaz.
Mejor demuéstrate a ti mismo de que estas hecho, rompe con tus límites mentales y no dejes que esa voz interior pesimista continúe siendo tu peor enemigo. La vida es una y esta es la tuya. Permítete SER.
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